Desde hace aproximadamente cuatro años, con el fotógrafo y camarógrafo Leonardo Luna, visitamos comunidades aisladas en la península de Baja California para rescatar tradiciones, historias y leyendas de pueblos pesqueros, mineros o rancheros de la región. Durante varios días o semanas, nos sumergimos en la vida cotidiana de las comunidades para recopilar información. Leonardo, con su cámara, captura fotos y videos y realiza un cortometraje que presentamos a la comunidad después de nuestra visita. Acompañado de mis pinceles y rodillos, yo plasmo las historias escuchadas en un mural e invito a la comunidad a pintar conmigo. Este trabajo documental y artístico trata también de restaurar el vínculo, a veces perdido, entre el hombre y la naturaleza. Es un trabajo de memoria que permite a las nuevas generaciones mantener vivas las historias reales o fantásticas del pasado y recordar su identidad. Hasta la fecha, trece cortometrajes fueron producidos en comunidades del estado de Baja California Sur y uno en el estado de Oaxaca. “El Color de la Memoria” fue invitado al 13° Festival Mexicano y Latino de Martel (Francia) en el 2017 para presentar sus cortometrajes.

“Una comunidad con identidad
es una comunidad con esperanza de permanecer”